Recetas para el pensamiento crítico en casa y en vacaciones

Ingredientes para tonificar el músculo del pensamiento crítico, en casa y en vacaciones.

Ingredientes para tonificar el músculo del pensamiento crítico, en casa y en vacaciones.

El pensamiento crítico es un aspecto fundamental del aprendizaje.  Comprender es hacer algo útil con conocimiento e intención de generar algo propio, nuevo o reformulado.  Desde febrero que escribimos nuestro primero post sobre el pensamiento crítico para nativos digitalesPensamiento crítico para nativos digitales no dejamos de buscar una caja de herramientas que nos ayude sobre todo en casa a fortalecer este músculo.

Y es que esto del pensamiento crítico no es sólo disponer de las herramientas experienciales y cognitivas para saber qué se escoge y porqué, sino también saber cómo formular el camino que me lleva a obtener los resultados que quiero obtener.

Desde casa y para grandes y chicos de todas las edades hay mucho que podemos hacer para fortalecer esos músculos de discernimiento, selección y producción. Y aunque muchas veces lo hagamos inconscientemente, saber que a veces las actividades matatiempo tienen un objetivo pedagógico nos evita pensar que no estamos haciendo nada, cuando realmente si estamos haciendo algo muy útil.

1. Descifrar mensajes, buscar palabras escondidas, resolver puzzles de letras, cadenas de palabras/sílabas, imaginar y comprobar el significado de palabras nuevas o relacionadas con algún tema muy específico lleva a pensar fuera de la «caja» y a buscar maneras de resolver problemas.

2. Elaborar mapas mentales, estimula a pensar sobre un tema o problema desde todos sus ángulos. Viendo la «película completa» con una perspectiva amplia, en vez de estudiar sus datos genera una visiones abiertas y más globales.

3. Responder preguntas abiertas. Cuando todo es sí o no, blanco o negro, las posibilidades de elaborar y conocer el gris se quedan en el camino. Y el gris con sus texturas y matices desarrolla caminos y posibilidades que no caben cuando las respuestas que se buscan son A o B. Tener la oportunidad de elaborar respuestas fundamentadas e informadas ayuda a reconocer qué es lo que recuerdo o me llevo de tal o cual situación o experiencia.

4. Dibujar en modo «flujo» o «proceso». Si hacemos A obtenemos B. De la misma forma que nos interesa el gris, nos interesa dibujar los procesos que transforman A en B. Los pasos, las ideas, los productos y el resultado que obtenemos. Si hacemos unas simples galletas, en vez de escribir la receta en un texto infinito, podemos escenificar en cajas de texto, flechas e imágenes el proceso que conllevan tales o cuales acciones.

El pensamiento crítico es también sintético. Y si ayudamos a fomentarlo desde casa con las más sencillas de las actividades que transcurren diariamente en el día a día no sólo hay juego: la tablet y el móvil también se puede quedar entre el bolso un rato. La gran paradoja del pensamiento crítico es que logra modelar en abstracto los procesos mentales que necesitamos para crear, innovar y reformular en versión original aquello que nos nutre y nos renueva. Justo lo que el verano nos regala.

Bibiana Vargas

Furibunda lectora, estudiante para toda la vida, rebelde con causa donde la haya. Inundada de sentido creativo, y todas las demás cosas de la vida normal y corriente.

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