Copywriter al rescate de madres cansinas
Hay días felices en los que todos los quesitos que conforman la vida de una mamá confluyen en el mismo sitio. Ser copywriter es compatible con el día a día de ser mamá?: Cuando puedes reinventarte las frases de la maternidad SIIIII que SIIIII y lo mejor es que a veces funcionan.
Muchas veces la autoridad no basta para mantener los límites que trazamos en casa. Cuando se libera de nuestro ser materno el: «Por Qué Lo Digo Yo» significa varias cosas. Una que ya hemos llegado muy lejos, bien en explicaciones locuaces pero sin mucha fuerza; en haber consentido el avance de una conducta tal vez muy cercana al límite que estimamos razonable de bien comer, dormir,jugar, socializar, etc. Y sobre todo que ya estamos al borde del colapso por el infructuoso ir y venir de solicitudes sin satisfacción.
Cuando tenemos que recurrir a nuestra autoridad como último argumento tenemos que estar seguros que no vamos a dar marcha atrás y que habrá consecuencias por no acatar el últimatum. Pero ésa es señoras y señores la última carta, el punto de no retorno. Y ahí es mejor no llegar. Porque el debate del poder que de ahí se desprende ya no permite negociación alguna. Hasta aquí nada que un padre o madre no sepa.
Así que antes de llegar ahí queremos haber pasado por el momento en que invitamos a que los hijos/hijas de cierta edad y razonamiento asuman responsabilidades y actúen en consecuencia. Mantener el orden, hacer los deberes, conservar la higiene personal, son algunos de los actos más comunes en los que la cantaleta, retahíla o milonga proverbial materna se convierte en ruido de fondo. El resultado neto: madre cansina. Aunque seas del equipo de @malasmadres, la práctica reiterada de éstas 4 líneas de copy te hará sonreír entre cosa y cosa. Copy al rescate materno en su día a día. Clic para tuitear Cómo: Reformulándonos a nosotros mismos. A ver mamás no es lo mismo decir:
1. Pues ahora ya no vas al parque/ a la merienda con el vecino/juegas con la tablet. Como no has recogido tus juguetes, pues ahora nada, se acabó!; a decir:
Cuando hayas recogido tus juguetes entonces si nos preparamos para ir al parque/pasamos a merendar con el vecino/usas la tablet. La fórmula al estilo Kelsen Si es A entonces es B funciona mejor. Las palabras unidas de maneras diferentes consiguen resultados diferentes. Cuando hagas X entonces Y. Para que suceda Y es condición necesaria que suceda X, antes de eso no hay alternativa posible. La pelota está en el campo de juego de quién debe ejecutar A, o sea en el campo del niño.
2. «Aquí a ayudar..no se preocupan…como todo les cae…no se enteran de nada,etc.» Esta frases y sus similares son resultado de ese momento en el que hay cosas que hacer previo a, y deben suceder simultáneamente, en 10 milagrosos minutos: preparar la merienda, preparar la mochila con la muda de deporte y la de natación, escribir la nota al colegio y avisarle a tu amiga que esté lista con el niño que estás saliendo a recogerles, pasar por la tintorería antes de salir y por el súper en el camino a la clase de la tarde. En ese momento ves a los enanos a su bola, como si nada sucediera y te da el brote materno, sueltas la retahíla, se mueven, pero te quedas pensando siempre porqué no hacen lo que ya saben que tienen que hacer. Mega mix de palabras al rescate:
Cualquier cosa que puedas hacer para que lleguemos a tiempo a natación con tu amigo es bienvenida. Qué quieres hacer entre preparar la merienda, organizar las mochilas o hacer la lista del súper?
3. Sabes que tu niño/a tiene que hacer algo gordo: un proyecto, preparar un exámen y lo ves dos tardes ya dando vueltas por la casa, jugando, perdiendo el tiempo sin arrancar a desarrollar aquello que está en standby. «Ponte ya, que dejas todo para el final, cuando lo piensas hacer, aprovecha ahora». La respuesta
Al reformularlo en: «Cuál es tu plan para…los exámenes, el proyecto, etc.» Personificamos la responsabilidad de ejecutar ese trabajo. Es más, les invita a pensar en que necesitan un plan, porque es más dispendioso de realizar.
4. Ahora a donde vamos? A quién vemos hoy? Por qué tenemos que ir al súper? Qué hacemos ésta tarde? A veces la misma cosa la tenemos que responder 2,3, 4 o 5 veces. Y nos la vuelven a preguntar porque no importa atender realmente la respuesta. Pero antes de que salga la desesperación por nuestra boca en formato desesperado y con fuentes taco la fórmula: «Preguntada y Respondida « obliga a ese oído y atención dispersa a rebobinar y buscar en el disco duro la respuesta que ya dimos. En plan oratorio: A la pregunta insistente respondemos: «Preguntada y respondida»