Juntos pero NO Revueltos: Estrategia y Marketing de Contenido
A veces se nos escapa el dato. La estrategia de contenido No es el plan de marketing de contenido. Hay grandes diferencias entre una cosa y la otra. Muchas veces nos encontramos con el plan de Marketing de Contenidos capitaneando nuestra estrategia digital. Y a veces, ese es justo el error.
Si logramos diferenciar ambos nos daremos cuenta de que es el plan de marketing de contenidos el que está al servicio de nuestra estrategia de contenidos. Mario Benedetti hablaba de la táctica y la estrategia en su romántico poema. No dejamos de ser románticos:el marketing y la estrategia son una parejita feliz que va de la mano. Pero con su personalidad cada uno. Juntos pero no revueltos. Una estrategia de contenidos nos ayuda a comunicar las prioridades, las metas y los objetivos que busca nuestra marca o producto. Nuestro plan de marketing de contenidos informa, educa, socializa. El Marketing de contenidos persigue conducir a nuestros clientes a ejecutar acciones rentables para la marca.
La estrategia del contenido es de medio a largo plazo. Las razones que dan sentido a la marca, las condiciones prácticas por las que se crea son unas y no cambian mucho en el corto plazo. No así las tácticas que usamos para ejecutar el marketing de contenidos de la marca. Estas las actualizamos casi que conforme vemos los resultados de nuestra ejecución, semanal, mensual o trimestralmente.
Una estrategia de contenidos adecuada debe tener como soporte fundamental el conocimiento de la audiencia a la que se dirige. Audiencia no es sinónimo de comunidad. Una comunidad es el resultado de una audiencia trabajada. Cómo saber cual es la audiencia que nuestro producto necesita? El dilemma del milenio delante nuestro.
Nuestra audiencia es la que se beneficia directa o indirectamente del problema que está resolviendo nuestro producto o servicio. De la manera como contemos la historia que resuelve ese problema depende el éxito de nuestra estrategia. Antes de lanzarnos al universo creativo y al diseño de videos, infografías, posts, y otros maravillosos recursos que nos ayudan a contar la historia que queremos tengamos claro lo siguiente:
Reconocemos las necesidades de nuestro público objetivo;
Ofrecemos una solución para resolver ese problema;
Demostramos nuestro saber hacer para resolver ese problema de una manera original o diferente;
Definimos como queremos que esa audiencia conozca más sobre nosotros.
Una estrategia de contenidos usa varios canales para desarrollar estos puntos y convertirlos en información, historia, imagen, etc. Tendremos que escoger el medio más afin a la audiencia que perseguimos, más si contamos con pocos recursos. La textura de nuestra historia la obtenemos de la manera como la narremos, y de esa textura dependerá también el canal idóneo para hacerla aterrizar en la arena del marketing de contenidos. No es lo mismo narrarnos en twitter que en instagram, no es lo mismo tumblr que Facebook. Pero, depende de lo que queramos conseguir nos sirve más una u otra. La estrategia de contenido debe mantenerse fiel a sus objetivos, sobre todo fiel a su promesa de solucionar de tal o cual manera las necesidades que persigue satisfacer. El lenguaje en que lo haga, la textura en la que lo haga debe mantenerse fiel, invariable pues es el sello de la marca.
Entendemos que no es lo mismo la estrategia que el marketing de contenidos? Más adelante hablaremos sobre el buyer personna. Una figura que nos ayudará a caracterizar nuestra audiencia. Pero por ahora, dejémoslo aquí, con la ilusión de ayudarte a entender que perder el horizonte de la estrategia, con el plan de marketing te acarrea confusiones. Al final te ensucia el plan de marketing de contenidos, y así pierdes coherencia, tiempo y dinero en esperar que el plan de marketing de contenidos haga las funciones de la estrategia de contenidos. Juntos y de la mano sí, pero revueltos no. 🙂